El vicepresidente segundo del Gobierno español y ministro de Economía, Rodrigo Rato, declaró ayer que el "Gobierno argentino tiene que tomar medidas transparentes que no distorsionen la realidad económica haciendo que un sector sea el único que aguante la crisis frente a otros sectores".
Rato dijo esto durante un encuentro con corresponsales extranjeros en España. "Es indudable que la situación económica en Argentina es muy difícil y va a exigir esfuerzos" que "no deben ser repartidos de manera distorsionante o injusta", insistió el ministro. "He hecho todo lo posible para que el nuevo Gobierno argentino dialogue con todas las empresas para llegar a un acuerdo si tiene que modificar alguna norma", dijo el ministro. "Creo que éste es el único camino posible para que los que han confiado en Argentina sigan confiando", añadió Rato, en alusión a las empresas españolas en Argentina como Telefónica y los bancos SCH y BBVA, pero especialmente por Repsol YPF.
El Gobierno del presidente Duhalde solicitó al sector petrolero argentino, en el cual Respol YPF es de lejos la mayor empresa, una aportación casi directa a las arcas del Estado a través de un préstamo internacional. El dinero es para el Gobierno argentino pero quien lo devuelve son las petroleras.
El programa económico "también tiene que tener un respaldo político suficientemente amplio como para que dure un tiempo", destacó el ministro, antes de afirmar que "España, la Unión Europea y la comunidad internacional están dispuestas a ayudar a Argentina si hay una presentación de un plan equilibrado y sostenible". Ayer, el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, en un inusual comunicado conjunto, aseguraron que están trabajando para ayudar a Argentina.
Cae el 'rating' de Telefónica
Poco después de que Rato expresara su preocupación por la situación argentina, la agencia de calificación de solvencia estadounidense Moody's rebajó la nota de Telefónica de Argentina, por la dificultad de la empresa para acceder a divisas extranjeras y cumplir con sus compromisos de deuda a largo plazo en esas monedas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de enero de 2002