EE UU no aportará tropas a la fuerza multinacional de paz. El líder afgano, Hamid Karzai, conocía perfectamente esa postura antes de iniciar su visita oficial a Washington, aunque la Casa Blanca se encargó de reiterarlo durante su viaje. Karzai se esmeró por no estar en desacuerdo con esa decisión, pero pidió a Bush que mantenga la presencia militar en el país 'hasta terminar con Al Qaeda', la organización de Osama Bin Laden; también confiaba en poder convencer a Bush para aumentar la aportación de Estados Unidos a la reconstrucción de Afganistán.
La reunión cara a cara en el Despacho Oval y la rueda de prensa conjunta fueron una demostración diplomática de apoyo por parte del Gobierno de Estados Unidos. Karzai participó por la mañana en la reapertura de la embajada afgana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de enero de 2002