Una de las tres torres de refrigeración del hospital Morales Meseguer, de Murcia, fue el foco de la epidemia de legionela que afectó a esta ciudad el pasado mes de julio y causó cuatro muertes, según el informe técnico elaborado por el Instituto Carlos III, de Madrid, y el Servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad. El 48% de los más de 600 enfermos afectados oficialmente por la legionela fue atendido en ese hospital, según recordó ayer en Murcia el consejero de Sanidad, Francisco Marqués, quien reconoció que resulta 'paradójico' que el hospital que 'más firmemente colaboró en la epidemia haya sido, con una alta probabilidad, el causante de la misma'.
El consejero explicó que la muestra de legionela que, según el estudio, tiene el mismo patrón molecular que la de los afectados por la epidemia, se tomó el 30 de octubre -cuatro meses después de la epidemia-, mientras que las recogidas en julio y fechas posteriores en esa misma torre resultaron negativas. Marqués apuntó la posibilidad de que la 'hipercloración' a la que se sometieron las tres torres de refrigeración del hospital como medida cautelar pudo contribuir a que esas muestras fuesen negativas, lo que se suma al hecho de que de estuvieran paradas durante casi un mes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de enero de 2002