Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Copa Saporta

Un viaje que se sale de la rutina

El Estudiantes juega en Jerusalén pese a las advertencias del Ministerio de Asuntos Exteriores

No fue un viaje normal el de Estudiantes ayer: llegó a Israel con la mente puesta en el conflicto de Oriente Próximo, radicalizado estas semanas por la oleada de atentados, el último el domingo. El Ministerio español de Asuntos Exteriores desaconsejó el viaje, pero el club madrileño optó por acudir a su cita de hoy con el Hapoel Jerusalen en el partido de la novena y penúltima jornada de la primera fase de la Copa Saporta.

Nada más pisar tierras israelíes, los jugadores de Estudiantes intentaron eludir la psicósis latente y mostrar una aparente tranquilidad. "Este desplazamiento se sale de la rutina, pero la plantilla está tranquila. Tenemos que estar muy concentrados", afirmó Alfonso Reyes. "Además, desde nuestra llegada estamos comprobando que las medidas de seguridad son bastante rigurosas. Hemos pasado un control de policía, han revisado nuestros equipajes y ahora mismo nuestro autocar es escoltado por un coche de policía. Esto te tranquiliza", añade el pívot cordobés. Sin embargo, otros, como el jefe de prensa de Estudiantes, Pablo Yáñez, explicó con cierta sorpresa a la salida del aeopuerto israelí que "no le han revisado ni el ordenador portatil que llevaba. Las medidas de seguridad son correctas, pero no hay ningún signo raro que refleje la crisis que sufre el país".

Estudiantes intentó, sin éxito, que la FIBA trasladase el partido a un país neutral, como Turquía o Grecia. Una negativa que algunos directivos del club aceptan con resignación. "Si la FIBA hubiese aceptado en esta ocasión, se vería obligada a modificar la sede continuamente. Todos los equipos lo solicitarían y sería el caos". El club madrileño ha recibido todas las garantías de seguridad de la FIBA y de la Federación Israelí de Baloncesto. Así lo confirmó Pablo Yáñez: "Nos han asegurado que nuestra vida no correrá peligro y que el equipo estará en todo momento vigilado. Así que tendremos que confiar en estas promesas".

El entrenador del Estudiantes, Pepu Hernández, reconoció que "no era el mejor sitio para jugar un partido", pero le restó importancia a cómo les podría influir la situación que atraviesa el país. Y es que Pepu tiene experiencia en viajes conflictivos de Estudiantes. El entrenador estudiantil recordó ayer que hace unos años el equipo madrileño tuvo que viajar a Bosnia en plena guerra de Yugoslavia. Los más veteranos del club recordaron cómo como la expedición llegó de noche, con las luces del autocar apagadas y todos los jugadores tirados por el suelo para evitar las balas de los francotiradores.

Pese a todo, el club estudiantil ha decidido viajar a tierras israelíes y evitar así las sanciones deportivas que el organismo internacional de baloncesto le impondría si se negase a viajar. No acudir a la cita con el equipo de Jerusalén llevaría a los estudiantiles a la derrota del partido por 20 puntos a cero y la pérdida de un punto. Una circunstancia que el equipo madrileño no puede permitir si quiere acabar en una de las dos primeras plazas del grupo B para tener a favor el factor cancha en la próxima eliminatoria -ahora es segundo igualado con el líder, el Siena, con seis puntos y dos derrotas-.

Entre tanto, los jugadores estudiantiles se tranquilizan pensando que hasta ahora todos los equipos del grupo B han viajado a Jerusalén y no han sufrido ningún altercado. Eso sí, todos menos el Le Mans francés, que se negó a pisar a tierras israelíes.

Este temporada dos equipos españoles, ante la misma situación del equipo estudiantil, decidieron no viajar a Israel. Ni el Caja Rural de Canarias jugó frente al Elitzur de Holon ni el Halcón Viajes viajó a la cancha del Bneyehuda de Petah Tikva. Ocurrió en la Copa Ronchetti y a los dos equipos se les castigó con la pérdida del partido por 20-0.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de enero de 2002