Samuel Palmisano, un veterano directivo de IBM, fue designado ayer director ejecutivo de la multinacional, cargo que asumirá a partir del primero de marzo, sucediendo a Louis Gerstner, que permanecerá como presidente de la compañía informática hasta finales de 2002.
La sustitución de Gerstner, que ingresó en la compañía en 1993, pone fin a una de las etapas más difíciles por las que ha pasado el grupo informático, ya que asumió la compañía en una difícil situación financiera y no sólo logró reducir las pérdidas, sino que en sus más de ocho años de mandato ha conseguido revalorizar la compañía desde un valor bursátil de 7.260 a los actuales 180.000 millones de dólares.
Palmisano lleva en la compañía desde hace 29 años, ha sido director operativo desde julio del 2000 y todos los analistas esperaban que asumiera las responsabilidades de Gerstner.
Su carrera en la compañía fue acompañada de una importante reducción de costes y, en particular, de personal, pasando de los 374.000 trabajadores en 1990 a los 220.000 un año después de la llegada de Gerstner, aunque actualmente ha crecido hasta los 320.000.
Pese a la recuperación, en los últimos años se han puesto en cuestión las cifras de ventas, que crecieron una media del 4,2% anual en los últimos cinco años, en comparación con el 21% que aumentó la facturación de rivales como Sun Microsystems y Oracle, o el del 23% de Compaq.
La filial de IBM en España está presidida por Amparo Moraleda, nombrada el pasado verano por Gerstner, con quien trabajó varios años en EE UU y de la que se le considera una persona de confianza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de enero de 2002