La viuda del escritor Camilo José Cela, Marina Castaño, dijo ayer en un comunicado remitido a Efe, que no siente "ninguna inquietud" por la herencia del premio Nobel, "que afortunadamente está en manos de quien procede". Castaño sale al paso de informaciones aparecidas estos días en diversos medios de comunicación, en las que afirma que el día de la muerte de Cela su viuda le dijo al hijo de éste, Camilo José Cela Conde, que tenían que hablar de la herencia. Castaño, según el comunicado, sale al paso de esas informaciones, "no ya tanto por mí, sino por mi hija y por quienes recuerdan con cariño a Camilo José". "Sólo la mala fe o la ignorancia absoluta de lo que se siente ante la pérdida del ser amado pueden llegar a poner en mi boca expresiones tan miserables como la preocupación de una herencia que está afortunadamente en manos de quien procede y por la que no siento, además, ninguna inquietud", Castaño afirma que no va a hacer ninguna declaración más respecto a este asunto.
Por su parte, Rosario Conde, la primera esposa del Nobel dijo anoche sobre la herencia que sería "muy triste" que el escritor hubiera dejado "en la calle" a su único hijo. En conversación telefónica con la actriz Concha Velasco, en su programa Tiempo al tiempo (TVE-1), Conde aseguró que no tiene nada que perdonar a Camilo José Cela, con el que estuvo casada 43 años, porque "cada uno con su vida hace lo que quiere", aunque se quedó "hecha polvo" cuando le dejó para irse con Castaño. A la pregunta de si habrá problemas con la herencia, Conde dijo: "¡Ah! Esto lo ignoro. Yo no sé, porque nunca he estado en estos berenjenales".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de enero de 2002