Se han quedado sin la Copa del Rey, pero los jugadores del Figueres culminaron en Riazor la conquista de otro título que nunca olvidarán. "Hemos aprendido muchísimo, como si hubiésemos logrado un 'master' de fútbol", sentenció su entrenador, Pere Gratacós. "Hemos mostrado que los equipos de categorías inferiores también tienen derecho a soñar. Fue bonito mientras duró". El sueño concluyó en Riazor, pero el Figueres tenía muchos motivos para la celebración. Y así lo entendió su patrocinador publicitario que, concluido el partido y aprovechando que estaban en Galicia, invitó a la plantilla a un atracón de cien kilos de marisco.
Costaba trabajo distinguir al ganador del vencedor después de que el árbitro pitase el final. El Deportivo, que acababa de lograr la clasificación, se fue al vestuario casi a hurtadillas. Y el caído, el Figueres, recibió la ovación de todo Riazor, que otorgó el cum laude al equipo de Gratacós. El centenar de aficionados catalanes que se desplazó a A Coruña daba saltos y cantaba en la grada festejando su victoria moral.
"La ovación del público local ha sido muy emocionante", confesó Gratacós. "Un reconocimiento así no se olvida", añadió el centrocampista Arnau, quien reconoció con franqueza: "El Deportivo no está en un buen momento, porque si no nos hubiese podido golear". Entre el gol conseguido en el tiempo suplementario y la felicitación del público, los héroes del Figueres vivieron un momento de euforia sobre el césped de Riazor. Luego, en el retiro del vestuario, les golpeó la realidad. "Empezaron a darse cuenta de que todo había terminado y se bajó un poco el ánimo", relató el entrenador.
Tras haber logrado el empate, algunos pensaban en lo que pudo haber sido y no fue. "Podíamos haber disfrutado un poquito más", se lamentó Gratacós. "Los jugadores creían mucho en nuestras posibilidades y la verdad es que durante el partido casi nunca tuvimos sensación de agobio. Si hubiésemos marcado diez minutos antes ...", agregó el entrenador, que concluyó: "Ahora nos consolaremos con el marisco". De vuelta a casa, recibirán también el homenaje del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de enero de 2002