Cinco inmigrantes marroquíes y argelinos resultaron heridos ayer de carácter grave y moderado al sufrir quemaduras y al lanzarse desde un tercer piso en el incendio de un edificio abandonado en el distrito de Tetuán. Las víctimas, una de ellas de 15 años, sufrieron intoxicaciones por humo, asfixia y contusiones, según un portavoz del Samur-Protección Civil. El siniestro se originó por causas no aclaradas.
El incendio se produjo en el número 27 de la calle de Vía Límite sobre las dos de la madrugada de ayer. Varias estancias de este edificio abandonado de tres alturas empezaron a arder. Las llamas pronto afectaron a la parte central de la cubierta y al alero derecho de la edificación. Los enseres que había en el interior del inmueble resultaron también completamente quemados. Al lugar del siniestro se desplazaron seis vehículos de bomberos, con 32 profesionales, según informó el portavoz de los bomberos, Delmiro Guntiñas.
Los bomberos tardaron pocos minutos en extinguir el fuego. Después se dedicaron a comprobar la estructura del edificio y a refrescar, mediante chorros de agua, la zona incendiada. También entraron en el edificio por si quedaba alguna persona en el interior del inmueble.
Rotura de cadera
Uno de los heridos más graves fue W. A., de 15 años, que sufrió una posible fractura de brazo y otra en la cadera, además de resultar intoxicado por inhalación de humo. Fue trasladado al hospital Ramón y Cajal, con pronóstico grave.
Otro herido, M. Z., de 22 años, sufrió quemaduras de tercer grado en las manos y una intoxicación por inhalación de humo. Fue evacuado a La Paz, con pronóstico grave. M. S., de 16 años, también resultó intoxicado por inhalación de humo y sufrió fractura de rodilla.
Al igual que A. M., de 24 años, que sufría fractura de muñecas y problemas respiratorios. Este último fue trasladado al hospital La Paz. También fue atendido por los sanitarios H. H., de 21 años, que presentaba también síntomas de intoxicación. Igualmente fue trasladado al hospital La Paz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de enero de 2002