Un delincuente habitual, Sergio P. G., de 30 años, murió ayer al precipitarse al vacío cuando descendía por la canal exterior de un edificio de la zona norte de Granada. El fallecido, que viajaba en un coche robado, emprendió la huida a pie cuando advirtió la presencia de los agentes. El hombre entró en un bloque de pisos abandonado y, desde el tejado, saltó a otro inmediato por el que emprendió un peligroso descenso. Antes, arrojó un ladrillo a un policía que resultó herido en la cabeza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de febrero de 2002