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Reportaje:

De héroe a villano en una semana

Aranzubia malgasta con dos fallos infantiles en el Bernabéu el crédito adquirido en San Mamés

Hasta ahora Dani Aranzubia, el portero del Athletic, había vivido la cara y la cruz del fútbol en su versión suave: campeón del mundo sub 20 en Nigeria y suplente en el Athletic, donde sólo disputaba partidos menores. Ahora, en una semana, ha culminado un curso acelerado sobre la doble personalidad de este juego. En una semana ha pasado de héroe a villano. De salvador del Athletic, en el partido de ida frente al Real Madrid en San Mamés, donde se doctoró ante un acreditado goleador como Morientes, a principal protagonista de la derrota en el Bernabéu, en el partido de vuelta, es decir de la frustración que se apoderó del equipo rojiblanco. Se marchó medio llorando, cabizbajo, sin querer hablar, 50 minutos después de terminado el partido.

Dos salidas erróneas, casi infantiles, inesperadas, en dos balones sin peligro alguno, agotaron las posibilidades del Athletic de superar una eliminatoria que hasta ese momento llevaba por el buen camino. Se asegura que los porteros que no juegan con asiduidad sufren con las salidas más que con ninguna otra jugada. La práctica, en esos casos, es el principal argumento. De Aranzubia no había gandes noticias públicas sobre sus cualidades. Se advirtieron en el Mundial de Nigeria sus enormes posibilidades en el mano a mano donde se manfiesta con una serenidad impropia de su edad (21 años). Lo ratificó ante Morientes en Bilbao, la pasada semana, con tres acciones que aseguraban sus condiciones por encima de la casualidad. Por fín se atisbaba en el Athletic la resolución de un problema habitual en los últimos años. La portería ha sido una silla electrica, desde la marcha de Zubizarreta, que ha ido ejecutando, poco a poco, todas las alternativas posibles. Esta temporada, la buena forma de Iñaki Lafuente (el portero titular en la Liga) y las buenas perspectivas de Aranzubia (el portero titular en la Copa) auguraban un debate productivo para el Athletic.

El Athletic incluso ha cambiado la preparación de los porteros con la llegada de Jupp Heynckes, que se ha traido en su equipo de colaborados a Walter Jaunghams, un ex portero alemán, en detrimento de José Angel Iribar, ahora destinado a misiones diplomáticas en el club. Jaunghams ha intensificado la preparación física de los guardametas y ambos han mejorado en su progresión esperada.

Pero Aranzubia suspendió ayer la asignatura habitual de los porteros. En el saque de esquina, previo al autogol de Larrainzar, Aranzubia pecó de ingenuidad. Salió tarde, midió mal y no tuvo los reflejos de provocar la falta del delantero cuando Morientes y Helguera le hicieron la pantalla en el punto de penalti. El segundo gol, de Raúl, fue fruto del desconcierto y probablemente de los nervios que se apoderaron de un portero que había comenzado el partido con un aplomo que no auguraba un desenlace similar. El tipo fiable de San Mamés se derritió en el Bernabéu. Inexperiencia es la cuestión.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de febrero de 2002