Con una ceremonia oficial dieron comienzo ayer las maniobras conjuntas de los ejércitos de Estados Unidos y de Filipinas destinadas a lanzar una ofensiva contra el grupo extremista musulmán de Abu Sayyaf. El despliegue de tropas se inició en la base militar de Zamboanga, a unos 900 kilómetros al sur de Manila. Pocas horas después un avión estadounidense recibió disparos de bala cuando volaba sobre la isla de Luzón.
El embajador de Estados Unidos en Filipinas, Robert Fitts, manifestó que el objetivo de las maniobras apunta a la capacitación de las tropas -3.800 soldados filipinos y 600 norteamericanos- para eliminar al grupo de Abu Sayyaf, que Washington considera ligado a la red terrorista de Al Qaeda, de Osama Bin Laden.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de febrero de 2002