El Ayuntamiento de la localidad alemana de Colonia ha decidido que los ciudadanos que acudan a sus fiestas de Carnaval se controlen este año. Así que anunció ayer que cualquiera que sea sorprendido en lo que se califica como 'orina salvaje' será castigado con una multa de diez euros, que tendrá que satisfacer en el acto. 'Cada vez es más frecuente que los hombres se alivien sin la menor vergüenza en las fachadas de las casas, en las esquinas, en los portales, incluso contra los monumentos y las iglesias', declara el Ayuntamiento. No menciona el bando municipal el caso del aristócrata Ernesto de Hannover cuando fue fotografiado orinando en la fachada del pabellón de Turquía de la Expo 2000. Sin embargo, no todo son sanciones, el ayuntamiento también ha instalado gran número de urinarios portátiles por toda la ciudad que estarán de servicio durante los carnavales.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de febrero de 2002