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Crónica:EUROLIGA | BALONCESTO

El CSKA no perdona al Madrid

Golpeado por las desgracias, con varios de sus jugadores dándose la vez en la enfermería, cualquier intento del Madrid por derribar a un rival de ley se antoja una heroicidad. Así que una derrota honrosa, como la de ayer, duele, pero menos. El Madrid está lisiado y bastante hace con aguantar. Si ocurre que el contrario le perdona sale indemne. Pero si no...

REAL MADRID 82| CSKA DE MOSCÚ 86

Real Madrid: Toñín Llorente (7), Alberto Angulo (2), Vukcevic (13), Struelens (4) y Tarlac (21) -cinco inicial-; Iturbe (15), Lucio Angulo (12), Herreros (3) y Tabak (5). CSKA Moscú: McCants (16),Domani (2), Giricek (23), Turkcan (24) y Poljak (2) -cinco inicial-; Kerner, Pachoutine (15), Petrenko (4), Miglieniks. Árbitros: Rens (Eslovenia), Radonjic (Francia) y Pozzana (Italia). Unos 3.000 espectadores en el Pabellón Raimundo Saporta.

No perdonó el CSKA, un equipo que actúa a toda mecha. Y este Madrid cojo, pero cojo de verdad, no está para correr. El Madrid se ha quedado sin Raúl López, sin Djordjevic, sin Attruia, sin todo aquél que tenga pinta de base. Le queda Toñín Llorente que ayer pudo demostrar que existe, que está para algo más que para hacer bulto en los entrenamientos.

Lo hizo de maravilla el Madrid durante muchas fases del partido. Y alguna culpa tuvo Llorente. Cuando éste necesitó el lógico descanso, Vukcevic y Lucio Angulo -un jugador impagable- se pusieron a la tarea de gobernar el partido. Y lo consiguieron.

Pero a este Madrid doliente le pasa de todo. Ya puestos, ¿por qué no otro lesionado? Alberto Angulo, por ejemplo. Y como Herreros, renqueante, lo falló todo, el equipo quedó en manos de Iturbe y Tarlac.

Insuficiente. En el último cuarto el CSKA fue consciente de que enfrente tenía a un moribundo y le zurró de lo lindo. Se adelantó por primera vez en el marcador (60-61) y no se bajó del carro ante un Madrid roto, que bastante hace con resistir con cierta dignidad.

El Tau, primero de grupo

Un débil Ostende minimizó de salida los obstáculos del Tau. De hecho, se trataba de ganar para asegurarse el primer puesto del grupo, y en tal discusión la presencia del conjunto belga se antojaba anecdótica. Al Tau le correspondía un ejercicio de concentración para meterse en el partido y olvidar la ausencia de sus dos mejores piezas: Bennett y Oberto.

El abultado resultado final (114-78) no ilustra, sin embargo, el arrítmico partido del Tau, que sólo en los dos últimos cuartos fue capaz de defender y atacar con coherencia.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de febrero de 2002