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"¿Cómo no vamos a preocuparnos?"

Del Bosque anuncia que tomará medidas para solucionar los problemas de juego

Vicente del Bosque habló con la voz temblorosa de las noches amargas. Ayer, tras la derrota en el Nuevo Zorrilla, insinuó que puede hacer cambios en la alineación o en el dibujo táctico del equipo que ha dado en llamarse El Once de la Fama. "¿Cómo no vamos a estar preocupados?", se preguntó el entrenador. "La eliminatoria de Copa contra el Athletic nos ha pesado a todos y no hemos conseguido ni un punto en los dos últimos partidos. Los entrenadores estamos para buscar soluciones y, en este sentido, en todas las temporadas, hay jugadores que pasan por picos de forma más altos y más bajos. Esto es una competición larga y toda la plantilla debe sentirse útil".

Del Bosque llegó a la sala de prensa del Nuevo Zorrilla con una enorme decepción, una palabra que salió una y otra vez de su boca. "Estamos muy decepcionados porque ha sido un partido muy difícil que no hemos podido sacar adelante, aunque siempre hemos estado metidos en él. Nuestro primer tiempo ha sido muy malo porque el Valladolid ha presionado muy fuerte y enviaba balones con muchísima profundidad, no hemos tenido ningún control sobre el juego. En la segunda parte sin embargo tuvimos mucha más presencia e incluso varias opciones, cuatro o cinco, para ganar el partido", afirmó el técnico madridista que en el descanso modificó de un golpe la mitad de su centro del campo con la entrada de McManaman y Celades por Helguera y Solari, en busca precisamente de esa mayor presencia en un choque que el Valladolid se estaba llevando a los puntos.

Para justificar esos cambios, Del Bosque apeló al cansancio de algunos futbolistas. Según el técnico, "los cambios en el descanso han obedecido a que Helguera tenía ya una tarjeta y venía castigado de un esfuerzo muy intenso en Barcelona contra el Espanyol, y he creído conveniente que saliesen McManaman y Celades, que estaban más frescos. Con Solari ha ocurrido un poco lo mismo, porque también había jugado los noventa minutos en Barcelona y he creído oportuno cambiarlo".

El Real Madrid solo ha sumado dos de los último doce puntos en Liga, y por eso Del Bosque dijo que se encontraba preocupado: "Estamos enormemente decepcionados porque el bagaje de los últimos partidos no es satisfactorio pero lo que hay que hacer es mirar hacia delante. Tenemos que pararnos a reflexionar sobre lo que estamos haciendo mal pero al tiempo hay que mirar hacia delante para luchar por el título de liga". No quiso el entrenador blanco hurgar en el hueco que futbolistas como Hierro o Zidane dejan en el once inicial y la diferencia de rendimiento que existe con sus sustitutos. Para Del Bosque "los partidos se deciden por todos los jugadores, no se puede pensar en un solo futbolista, y además toda la plantilla está rodada y en mayor o menor medida está interviniendo en el juego del equipo".

Del Bosque no quiere ni oír hablar de cansancio: "Estamos todavía en el grupo de cabeza que va a luchar por la Liga y seguro que vamos a estar ahí y cualquier imponderable que se nos ponga por delante lo vamos a solventar. No hay ni cansancio físico ni mental sino que esto es un juego y hoy nos ha superado el Valladolid como el domingo nos superó el Español".

La imagen opuesta era la de Moré que apareció visiblemente emocionado. Según el técnico del Valladolid "es muy emocionante ver a estos jugadores como pelean, como se dejan la piel. Nos hemos merecido la victoria y además ha llegado en el momento más oportuno de todo el partido porque ha sido al final, cuando al Madrid ya no le quedaba casi tiempo para reaccionar. El equipo ha estado fenomenal y me emociona cada vez más ver como estos chicos son capaces de ganarle a cualquiera".

Los jugadores del Real Madrid salieron del vestuario con caras largas contrastadas con la alegría del Valladolid hasta que Michel Salgado se atrevió a hablar de cansancio: "posiblemente, con los partidos tan duros que tenemos y el mes de enero tan duro que hemos tenido hay jugadores a los que es normal que todo eso le esté pasando factura. A ver si con el parón de la selección y todo eso podemos recuperarnos un poco y encarar el tramo final en buenas condiciones físicas y mentales. Lo cierto es que esta derrota iguala más la liga y hemos perdido otra oportunidad de distanciarnos de los rivales.".

El banquillo del Madrid vivió momentos de tensión desacostumbrados, incluso Del Bosque vio una tarjeta amarilla por protestar. Los nervios crecieron tras una discusión entre Michel Salgado y Vicente del Bosque poco antes del cambio del lateral derecho del Madrid. Los dos protagonistas quitaron hierro al asunto. Para Salgado "fue una discusión sobre el juego que no tiene ninguna importancia, es algo normal. Me dijo que pidiera el balón en una jugada de ataque y yo le dije que sí, que lo había pedido pero no me lo habían dado". En la misma línea Del Bosque aseguró que está en paz con el lateral: "Ni yo tengo nada contra Michel, ni Michel tiene nada contra mí. Siempre le defenderé porque ha defendido al club con gallardía. Lo que pasa es que cuando le cambié, estaba en el campo, tenía narices, y quería quedarse porque le joroba perder".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de febrero de 2002