El presidente del Gobierno, José María Aznar, ofreció ayer formalmente al PSOE la negociación de un Pacto Local que excluya, sin embargo, la financiación de los municipios y la elección directa del alcalde. El PSOE considera imprescindible estos dos puntos; especialmente el primero, para sentar las bases de un auténtico acuerdo municipal. Ayer no hubo consenso en ningún asunto durante el primer pleno del nuevo periodo de sesiones del Congreso, en el que la izquierda, el PSOE e IU, arremetió contra el Gobierno por no estar a la altura de las circunstancias dramáticas que vive Argentina.
Zapatero pide apoyo para los españoles que viven en Argentina y no sólo para las empresas
El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió ayer a Aznar que no sólo se ocupe de las empresas españolas que actúan en Argentina, sino también de los miles de "compatriotas" que en muchos casos se encuentran en la indigencia.
Por su parte, el presidente del Gobierno aprovechó una pregunta del diputado del PP Rafael Merino para pedir a todos los grupos que afronten "la segunda descentralización" de España a través de un Pacto Local. Singularmente se dirigió al PSOE, dado que corresponde a ese partido, junto al PP y al Ejecutivo, "impulsar el pacto", según dijo.
Pero inmediatamente puso condiciones a su oferta: "Se trata de atribuir más competencias a los ayuntamientos, pero no debe confundirse con la reforma de las Haciendas Locales ni con eventuales mejoras en la gobernabilidad de los ayuntamientos".
Ambas cuestiones, financiación municipal y cambios en la Ley de Régimen Electoral General, para regular la elección directa de los alcaldes por parte de los vecinos, figuran en los documentos de Pacto Local elaborados por el PSOE.
Sin financiación no puede haber acuerdo. Así lo aseguró ayer a este periódico el responsable municipal socialista, Álvaro Cuesta. Además, este dirigente rechazó que la financiación sea objeto de estudio en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), tal y como señaló ayer el jefe del Ejecutivo.
"Es falso que en la FEMP haya alguna propuesta o algún dato que permita trabajar en la subcomisión creada al efecto sobre un nuevo modelo de financiación. Es más, se ha denunciado desde la FEMP que el Gobierno obstaculiza los trabajos", aseguró tajante Cuesta.
La visión del PSOE es muy crítica con la imprecisa propuesta de negociación del Pacto Local, ya que, a su juicio, pretende excluir del Parlamento los únicos cambios que están en su mano decidir, como son la financiación y el cambio de la ley electoral. "El Gobierno parece que quiere nuestro acuerdo para que digamos a las comunidades autónomas [cómo tienen que hacer] lo que a ellas sólo compete [decidir], disparando con pólvora ajena", opinó el responsable municipal del PSOE. Por tanto, ayer se puso de manifiesto que el Gobierno y la oposición hablan de cosas diferentes en relación al Pacto Local. La oferta del Ejecutivo se limita al traspaso a los ayuntamientos de competencias que actualmente están en manos de las comunidades autónomas.
También hubo absoluta falta de sintonía entre el Gobierno y la oposición a la hora de discutir lo que puede hacer en España frente a la gravísima crisis argentina. Aznar escuchó de Rodríguez Zapatero y del coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, acusaciones tajantes de pasividad ante la situación de ese país.
Al final de la tarde, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, tuvo que hacer frente a una interpelación del portavoz de Exteriores del PSOE, Manuel Marín, con toda suerte de recriminaciones. La tesis del PSOE y de IU es que Aznar puede hacer mucho más de lo que hace en el terreno bilateral y como presidente de la Unión Europea.
Llamazares pidió al presidente que "no llore más por las empresas españolas en Argentina" y presente un plan de actuación urgente. El líder socialista abundó en esa tesis y le instó a que muestre su "patriotismo" mirando por los españoles que viven en la indigencia en Argentina. Tras recordar que España ha aportado 1.000 millones de pesetas, Aznar subrayó que corresponde a Argentina elaborar un plan económico, pues es un país soberano. En su opinión, el plan del presidente argentino, Eduardo Duhalde, "está bien orientado".
Pero la oposición quiere que el Gobierno español haga también su plan. El PSOE presentará el suyo y pedirá al PP que lo asuma, la próxima semana, en la moción que presentará como fruto de la interpelación de ayer.
La contundencia en el fondo y en la forma fueron las características de todas las intervenciones de los socialistas, iniciadas por Zapatero. La palma se la llevó el diputado Rafael Estrella, quien acusó al Gobierno español de "impedir que la Justicia actúe contra [el primer ministro italiano, Silvio] Berlusconi" y puso en la misma línea ideológica de "intereses" a "Aznar, Berlusconi y el fascista [Gianfranco] Fini". "No es casualidad que [el ultraderechista austriaco Jörg] Heider y Berlusconi sean buenos amigos del señor [Edmund] Stoiber [jefe del Gobierno bávaro y candidato democristiano a la Cancillería de Berlín] y es notorio que Aznar toca el mismo tambor de hojalata", dijo, en alusión a la obra de ese título del escritor Günter Gras.
Antes, el presidente del Gobierno recomendó con ironía al líder del PSOE que siguiera con "sus éxitos en política internacional, ya que en política nacional no tiene ningún problema".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de febrero de 2002