El Senado estudiará la realidad y los problemas de la prostitución, una actividad que mueve 12.000 millones de euros al año en España. Ayer, el pleno de la Cámara alta aprobó por asentimiento (unanimidad) crear una comisión especial para abordar un fenómeno en alza y que con frecuencia supone un ataque a la libertad de las personas, debido al auge de las redes de explotación sexual. Se calcula que en España hay unas 300.000 prostitutas, en buena medida inmigrantes sin papeles. No hay datos sobre los hombres que se dedican a esta actividad.
La comisión, de 25 miembros, nace con la voluntad de escuchar a todos los sectores implicados. También se pretende abrir un amplio debate en la opinión pública sobre una actividad alegal en España respecto a la que existen dos tendencias en Europa: del abolicionismo sueco, que castiga a los clientes, incluso con cárcel, hasta la regulación de Holanda, donde las prostitutas tienen derechos laborales. "La tolerancia actual puede derivar en negligencia si no se toman medidas", advirtió el senador de Convergència i Uniò Jordi Xuclá, impulsor de la iniciativa parlamentaria.
"Se produce 24 horas al día, 365 días al año; no conoce domingos ni festivos y se llama prostitución". Así comenzó su intervención la senadora del PP Cristina Klimovitz. Recordó que la consideración de esta antigua actividad ha cambiado con el paso de la historia. "Ya no es válido el esquema mujer prostituta, hombre cliente", advirtió. La senadora popular matizó que el ejercicio de la prostitución no es siempre un último recurso o una actividad forzada. Lo más importante, a su juicio, es que quien permanezca en esta actividad lo haga de forma voluntaria.La senadora popular señaló que la prostitución en España "no es ilegal, pero está al margen de la ley". Forma parte de la economía sumergida y mueve "12.000 millones de euros al año". Klimovitz señaló que es preciso conocer todos los factores para hacer después "propuestas en defensa de la dignidad y los derechos de las personas". Añadió que esta actividad genera rechazo, contradicciones y se contempla "con una doble moral"."La prostitución es un tema grave. Genera alarma social por la inseguridad ciudadana y, al tiempo, es un drama oculto", afirmó la diputada del PSOE, Fátima Aburto.También se preguntó por la incidencia que la Ley de Extranjería puede tener en el panorama de la prostitución, ya que deja a muchas personas "en el limbo de la indefensión y abocadas al esclavismo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de febrero de 2002