Pep Guardiola, jugador español del Brescia, al que ayer la Comisión de Apelación de la Federación italiana de fútbol mantuvo los cuatro meses de suspensión por dopaje no intencionado de nandrolona, manifestó al conocer el acuerdo: "He sido un instrumento de un sistema [el italiano], que es el que ha ganado". "Si con un día de suspensión estaría triste, cómo voy a estar ahora con la confirmación de los cuatro meses", se lamentó un muy dolido Guardiola. La Comisión de Apelación suele rebajar las sanciones impuestas en primera instancia y esta vez no ha sucedido así, con lo que Guardiola no cumplirá su sanción hasta el 22 de marzo. El futbolista anunció que llevará su caso a la justicia ordinaria.
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El ex jugador del Barça, en su comparecencia ante la prensa, se mostró muy afectado. Las mismas sensaciones se podían apreciar en el rostro de su esposa Cristina Serra, que siguió las palabras de su marido desde el fondo de la sala. "Es difícil decir algo más. En todo el mundo se respetan las decisiones de los jueces, yo tengo que respetarlas, aunque en este país no se respetan mucho. Cuando la Comisión Disciplinaria me suspendió con cuatro meses, la decisión de los jueces fue atacada por los periodistas. Ahora, el límite de ese periodo no se han atrevido a bajarlo", comentó Guardiola.
El futbolista catalán ofreció también una reflexión en voz alta: "Entre todos debemos hacer un esfuerzo para entender qué es el dopaje, que va más allá de juzgar. Para castigar a alguien hay que entenderlo, informarse, preguntar, para así enseñar a la gente lo que puede suceder".
El poder de la prensa
"Dopaje, como definición", añadió, "podemos decir que es tomar alguna cosa externa para mejorar la prestación física en tu deporte. Pues digo a todo el mundo que mis resultados que dieron positivos, con ellos no se mejora nada, el beneficio es cero en la prestación atlética. No hay dopaje. Y desde luego no lo tomó para saber si es dulce, amargo o tiene buen sabor. Lo que digo lo hemos probado científicamente, con amplios estudios de expertos. Pero en la comisión hay juristas, no médicos o biólogos", concluyó.
Guardiola, asimismo, se extendió sobre la influencia que a su juicio ha tenido la prensa italiana en su caso: "Entiendo el peso del cuarto poder en este caso, que es la prensa, y ha sido muy fuerte. La Comisión no ha tenido el valor para bajar y me quedo con los cuatro meses. Está claro que la prensa italiana ha ganado. Sabía desde el principio que era una carrera larga. Me sabe mal por mi equipo porque me gustaría ayudarle más. Pero soy un instrumento del sistema. El sistema ha ganado. Pero como ya han tenido una víctima para el futuro, pues que se informen de que es el dopaje, de las dudas científicas, antes de enjuiciar", recalcó.
Guardiola confirmó que llevará su caso a la justicia ordinaria, pero previamente debe acudir a la Cámara de Conciliación y Arbitraje del CONI (Comité Olímpico Italiano). "No quiero pacto alguno. Quiero mi inocencia. Hasta con un día de suspensión me iría a la civil. Al final ganaré, lo que pasa que entonces no estarán ellos para mirarme, pero al final ganaré", reiteró.
"Es duro aceptar la acusación que te hacen sin decirte los por qué, máximo al ver tu defensa todas las pruebas legales y científicas que aporta. No hay color. Pero hay un limite aquí de cuatro meses y no lo han querido bajar", manifestó un Guardiola deseoso de explotar ante lo que considera una injusticia. "Llevo perdidos 22 partidos. Cuando vuelva serán más, mientras que los castigados con cuatro meses el pasado año se perdieron siete [estuvo por medio el verano]. Pero la sociedad dice que nos tienen [por él y Stam, del Lazio] que coger como víctimas. Soy parte de esto y lo acepto. Pero que sirva para el futuro", prosiguió.
Guardiola ahondó aún más en sus críticas al sistema italiano: "Me quitan la libertad deportiva, pero todo ha sido un problema de fondo, desde hace mucho tiempo de dopaje en este país. Les felicito porque han ganado, pero el partido de vuelta aún hay que jugarlo. Solo quiero decir que esto no se hace, no se puede hacer, no a un futbolista, sino a un ser humano. Antes de acusarlo hay que dejarle defenderse".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de febrero de 2002