La hora de los disfraces ha sonado hasta el próximo martes, cuando el luto del Entierro de la Sardina ponga fin al reinado de Don Carnal, de la alegría y la fiesta. Es la hora del Carnaval, que ayer ya llenó las calles de las principales localidades vascas de mayores y pequeños, como estos niños fotografiados en Bilbao, vestidos con ropajes de lujo, fantasía o emulación que sólo en estas fechas lucirán. Y ya se pudo apreciar que también aquí uno de los triunfadores va a ser Harry Potter y sus magias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de febrero de 2002