Danza, serpentinas, samba y tintineo de cascabales invadieron ayer las calles del barrio de Sants y la Bordeta en la celebración de la ya tradicional Gran Rua del carnaval de Barcelona. Este año participaron más de 80 comparsas, entre ellas cuatro bolivianas y dos hondureñas, que demostraron que la variante barcelonesa de esta fiesta profana es cada vez más vital e intensa. Como novedad, en esta edición se amplió el recorrido hasta la avenida de la Reina Maria Cristina, donde las comparsas se dispersaron y se unieron al público en el baile y el espectáculo animado por disc-jockeys y go-gos. Este año, para compensar el esfuerzo y la imaginación de quienes ayudan a mantener vivo el espíritu carnavalesco, se entregaron un total de 27.045 euros en premios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de febrero de 2002