Estos días se celebran innumerables presentaciones y ferias en las localidades vinícolas del entorno más próximo, en las que la conversación con los productores, tras detenerse en la descripción de sus caldos, siempre acaba en los obstáculos que encuentran para llegar a los mercados.
Los pequeños elaboradores explican cómo son sus terrenos, sus cepas, qué métodos de elaboración utilizan y cómo son fieles a la tradición familiar. El amor que transmiten por el vino queda grabado en nuestra memoria y en la de los pocos afortunados que pueden probar sus caldos. Aquí es donde vienen los llantos de estos pequeños elaboradores, que no consiguen que sus productos lleguen al gran público. Se les olvida que tan importante como tener un buen vino es contar con un buen canal de distribución.
Recientemente, hemos asistido a una presentación de Bodegas Torres con motivo de la salida al mercado de las nuevas añadas del 2001 de sus blancos Viña Sol y Viña Esmeralda. En la presentación, Torres utilizó la comicidad para llegar a su público con la proyección de una representación de Tricicle titulada Formas de servir el vino en la que se desmitifica con humor el ritual del vino.
Hoy hay que ser muy bueno en la elaboración, pero hay que ser excepcional en el marketing, apartado al que los pequeños productores no han concedido la importancia necesaria. Olvidan vestir la botella y establecer una red de distribución que acerque el vino al consumidor. Este déficit es el gran debe de los pequeños, unas veces debido a la falta de medios y otras a la falta de inquietud. Los clientes no llueven del cielo incluso siendo magníficos elaboradores; no son tiempos de esperar a que te compren, hay que vender.
Regresando a la cita de Bodegas Miguel Torres, sus blancos siguen estando al gran nivel de siempre. Unos caldos jóvenes, frescos y divertidos que pueden llenar desde el aperitivo hasta las comidas más formales.
- Bodegas Miguel Torres, SA. Comerç, 22. 08720 Vilafranca del Penedès (Barcelona). Teléfono 93 817740.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de febrero de 2002