J. M. P. P, de 53 años, fue hallado muerto con un fuerte traumatismo craneal en la madrugada del pasado domingo en el interior del bar que regentaba, situado en la calle de Jerusalem, en el barrio de Ciutat Vella de Barcelona. El local se hallaba semicerrado cuando, a las 3.15 horas, un vecino que pasaba ante él advirtió algo extraño, entró en el local y halló a su dueño muerto en medio de un charco de sangre. La policía trabaja con la doble hipótesis de un crimen pasional y con la de robo, ya que se hallaron en falta algunas cosas del bar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de febrero de 2002