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Marruecos acusa a España de adoptar una "postura racista"

El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Mohamed Benaissa, acusó ayer a España de adoptar "actitudes inadecuadas" y una "postura racista" respecto a su país, al tiempo que propugnaba el "diálogo" para resolver los problemas con Madrid, de donde Rabat llamó a consultas a su embajador hace varios meses. En una entrevista difundida por la televisión por satélite de Qatar Al Yazira, captada en El Cairo, Benaissa señaló que su Gobierno y el español tienen "muchos asuntos que negociar", entre ellos la emigración y la situación de Ceuta y Melilla, a las que consideró "ciudades marroquíes ocupadas por España".

El titular de la diplomacia marroquí añadió: "No aceptamos que España financie a movimientos separatistas, como el [Frente] Polisario, ni que conceda a compañías petroleras el derecho a explorar en las aguas territoriales marroquíes". "Defenderemos", añadió, "nuestros derechos con todas nuestras fuerzas en los foros regionales", advirtió Benaissa, al tiempo que propugnaba el "diálogo" para solventar las diferencias. El ministro marroquí explicó que durante las últimas negociaciones sobre el tratado pesquero con la Unión Europea, su país "intentaba conseguir un acuerdo que preservara la riqueza pesquera de Marruecos y permitiera a España quedar bien, pero en el momento en el que íbamos a llegar a una solución, la Unión Europea suspendió las negociaciones". "Posteriormente, el primer ministro español, José María Aznar, hizo unas declaraciones punzantes que afectaban a la dignidad de Marruecos".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de febrero de 2002