Un ciudadano holandés, de 35 años, considerado el jefe de una importante organización criminal dedicada al tráfico a gran escala de pastillas de éxtasis entre Holanda y Estados Unidos y acusado de introducir unos 700.000 comprimidos en el país americano, fue detenido por la policía en Marbella (Málaga).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de febrero de 2002