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Karsten Harries relaciona terror y arquitectura en el nuevo ciclo de la ETSAB

El filósofo alemán Karsten Harries, autor de The Ethical Function of Architecture (MIT Press, 1997), considera que los atentados del 11 de septiembre abren un periodo de debate sobre la arquitectura, en la que afirma que se ha demostrado la vulnerabilidad de nuestro sistema de vida y también la imposibilidad de construir fortalezas que nos protejan del terror. La arquitectura y el terror es, precisamente, el tema de la conferencia con la que este profesor en la Universidad de Yale abre hoy (12.30 horas) el nuevo ciclo de conferencias organizado por la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), que tendrá una segunda sesión por la tarde (19.30 horas) en la que el cineasta José Luis Guerín hablará sobre arquitectura y cine.

El objetivo de este ciclo, que se celebrará los martes, es ofrecer a los estudiantes e interesados una visión más amplia de la arquitectura con intervenciones de autores procedentes de diversas disciplinas, desde la poesía a la sociología o la antropología. También se integrarán en el ciclo otras conferencias de profesores de la misma escuela sobre proyectos de especial trascendencia. Josep Maria Montaner, subdirector de actividades culturales, explica que se trata de abrir la escuela a una visión más humanista para combatir la, a su juicio, excesiva especialización técnica de los alumnos.

La sesión inaugural a cargo de Karsten Harries es representativa de este nuevo espíritu. En la presentación del ciclo, Harries señaló su admiración por la arquitectura de Gaudí, a la que calificó de 'prematura' al aportar una visión que en su opinión trasciende el mundo racional y tecnológico actual con una obra que incorpora la locura y lo grotesco. Harries cree que es probable que se esté acabando la era de los grandes rascacielos o, al menos, que se haya puesto en crisis tras los atentados. En su opinión, en el lugar en el que antes se erigían las Torres Gemelas habría que levantar ahora algún edificio 'modesto, pero extraordinario' y, en este sentido, se apunta a la idea del arquitecto Tadao Ando de plantar cerezos en el lugar en el que antes había las torres.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de febrero de 2002