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OPINIÓN DEL LECTOR

Todo vale

Majadahonda, Madrid

Majadahonda, diez de la mañana. Explanada al lado del colegio García Lorca. Llega un coche blanco con varios jóvenes en el interior. Salen un perro y un joven. El joven se aproxima a un coche estacionado, quizás de algún trabajador del colegio, se acerca a la puerta del conductor y orina sobre ella. Desde la manilla de la puerta hasta abajo, la sucia huella de una conducta inmunda. Inmunda y gratuita, pues el lugar ofrecía alternativas menos ofensivas a la supuesta incontinencia del joven.

Perece que estamos a la cola de los países adelantados en cuanto a nivel educativo en asignaturas básicas como matemáticas y lengua. Y también en civismo. Hemos educado a una generación en la cultura del todo vale. No entienden que vivir en comunidad significa aceptar los límites donde empieza el respeto hacia los demás. No entienden que 'la calle es de todos' no significa 'la calle es mía y puedo hacer en ella lo que me dé la gana'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de febrero de 2002