El Galileo Teatro, que el pasado otoño inició una nueva etapa apostando claramente por los textos, acaba de abrir un ciclo de montajes basados en obras clásicas con La fuerza lastimosa, de Lope de Vega, una especie de culebrón del Siglo de Oro, que ha puesto en pie la compañía Noviembre Teatro, con dirección de Eduardo Vasco y versión de Yolanda Pallín.
Dentro de este primer ciclo, que finalizará el 5 de mayo, también se ofrecerán los montajes de Otelo, de William Shakespeare, con dirección del sevillano Carlos Álvarez-Ossorio; Don Quijote, tratado al estilo de la commedia dell'Arte por su director, Carlo Boso, un experto en este género que presentará asimismo dentro del ciclo uno de los más grandes textos de Carlo Goldoni, Arlequino, servidor de dos patrones.
Manuel Canseco, responsable del Galileo Teatro en esta nueva andadura, dirigirá El escondido y la tapada, una obra calderoniana que en algunos países es más conocida, incluso, que La vida es sueño. 'Este ciclo viene a incidir en uno de nuestros objetivos, que no es otro que presentar en el Galileo Teatro montajes que no tienen cabida en los circuitos teatrales comerciales al uso, ni en las programaciones de los teatros públicos', dice Canseco.
De alguna manera, el director de La fuerza lastimosa se expresa en similares términos: 'Hacemos un teatro de resistencia, de hecho elegimos títulos que sabemos de antemano que no nos van a dar dinero, ni la gloria, pero que creemos importante dar a conocer'. Entre ellos está la última apuesta de Noviembre Teatro, que ahora se puede ver en el Galileo Teatro.
La compañía, creada por Vasco y la escritora Yolanda Pallín hace diez años, no sólo aborda montajes de autores contemporáneos españoles, sino también textos clásicos pero desconocidos, como éste. En esta ocasión, su cuarta exploración del teatro de Lope de Vega, desarrollan un culebrón barroco, lleno de enredos y ambiciones de poder, en el que destaca una gran estructura dinámica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de febrero de 2002