El corredor mediterráneo entre la frontera francesa y Valencia será de alta velocidad y ancho europeo, con doble vía desde Francia hasta Barcelona, Tarragona y Castellón y con cuatro vías hasta la capital valenciana, según explicó ayer en Sabadell el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos.
La línea de alta velocidad que unirá Valencia con Tarragona, Barcelona y la frontera francesa será la única que admitirá simultáneamente el tráfico de pasajeros y el de mercancías. El motivo, explicó Álvarez-Casos, es puramente geográfico: este tramo no admite dos corredores, uno de ancho ibérico para mercancías y otro internacional para el tráfico de viajeros.
Será la única excepción. La línea que irá de Madrid a Barcelona será de viajeros. Es el futuro del ferrocarril: una red para viajeros y otra para mercancías. Así, salvo excepciones, en 10 años los más de 12.000 kilómetros de raíles de ancho ibérico se 'liberarán', según Álvarez-Cascos, del tráfico de viajeros y serán exclusivamente para el transporte de mercancías. Y el AVE, a excepción del que va de Castellón hasta la frontera, será sólo para el uso de viajeros. Según el ministro de Fomento, será a finales de 2004 cuando el AVE llegue a Barcelona, con continuidad hasta Girona y Figueres. La llegada a Lleida está prevista para el año 2003.
El acuerdo para que el tren de alta velocidad llegue hasta el aeropuerto es, señaló Álvarez-Cascos, 'inminente'. Agregó que hace unos meses se firmó un acuerdo con todos los ayuntamientos del Baix Llobregat para que en Barcelona haya una doble estación: Sagrera y Sants. Es la 'base de un recorrido que acerca el trazado hasta el aeropuerto', indicó el ministro. Álvarez-Cascos hizo estas declaraciones ante empresarios del Vallès que le habían convocado para hablar de infraestructuras.
Cuarto cinturón y peajes
En la reunión no faltó una reivindicación histórica: el rescate de los peajes. Álvarez-Cascos ni se opone a ello ni lo apoya. Lo que sí tiene claro es que el dinero de su ministerio es para invertirlo en nuevas infraestructuras, no para rescatar peajes. A partir de ahí todo depende de la voluntad de acuerdo de otras 'políticas y de revisar la distribución de los peajes'. Lo único que hay que hacer es 'respetar un derecho intocable', que es, a juicio del ministro, garantizar al concesionario un 'equilibrio financiero'; por lo demás, añadió: 'No veo ninguna dificultad para llegar a un acuerdo'.
Otra demanda de la comarca es la ejecución del cuarto cinturón, una autovía orbital cuyo trazado discurriría paralelo a la A-7. Álvarez-Cascos explicó que el estudio informativo del tramo que uniría Terrassa con Abrera está a punto de finalizar, por lo que a mediados del año próximo empezaría su construcción.
Quedará pendiente la conexión de Terrassa con Sant Celoni, por problemas medioambientales, al afectar a zonas de bosque del Montseny.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de febrero de 2002