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Los accidentes con ciclomotor disparan la estadística de siniestralidad urbana en Valencia, según un estudio

Los siniestros con ciclomor han disparado la estadística de accidentes de tráfico en la ciudad de Valencia, según un análisis realizado durante el periodo 1993-2000.

El concejal de Tráfico, Jorge Bellver, y el catedrático Luis Montoro, responsable del instituto universitario de Tráfico y Seguridad Vial presentaron ayer las conclusiones de un estudio con el que el Ayuntamiento de Valencia pretende reducir su efectividad en la prevención de accidentes de tráfico.

En los ocho años comprendidos entre 1993 y 2000 el número de accidentes con víctimas se incrementó un 40% pasando de 2.334 a 3.540. Sin embargo, este aumento en el número de siniestros no implicó un mayor número de fallecidos, que se redujeron a la mitad, aunque no así el de heridos graves, que se mantuvo constante.

El análisis alerta sobre el elevado número de accidentes con ciclomotor, que se incrementaron en un 130% y señala que si en 1993 una de cada cinco víctimas era ocupante de esta clase de vehículos, a partir de 1998 la proporción se sitúa en uno de cada tres.

Por temporalidad y franjas horarias, el informe es taxativo al indicar que es en marzo (el mes de las festividades falleras) cuando se registra mayor número de accidentes y de mayor gravedad. Junio y julio son los otros dos meses fatídicos para la circulación rodada. Los fines de semana (de viernes a domingo) y entre las 23 y las 7 horas son las franjas horarias más peligrosas.

Montoro explicó que los siniestros no se producen en zonas determinadas de la ciudad, sino que se reparten aleatoriamente más o menos por igual, aunque curiosamente se producen más accidentes mortales en las secciones de las calles que en los cruces, pese a que es en estos lugares donde hay un mayor número de siniestros.

Según los autores del estudio, los principales colectivos víctimas de la circulación rodada son los jóvenes de 14 a 29 años, los ancianos (por atropellos) y los niños pequeños que viajan sin llevar los anclajes necesarios o los llevan incorrectamente. El catedrático Luis Montoro aseguró que la ausencia de cinturón de seguridad multiplica por siete las posibilidades de fallecimiento en una colisión, mientras que la ausencia de casco en los motoristas cuadriplica las posibilidades de muerte.

El concejal de Tráfico del Ayuntamiento de Valencia, Jorge Bellver, explicó que tras este estudio se actualizarán todos los datos y se corregirán los controles para frenar el incremento de la siniestralidad. Bellver recordó que sólo el año pasado la Policía Local controló 61.461 ciclomotores, de los que 2.089 fueron inmovilizados. Las iniciativas del Ayuntamiento prevén la permuta de multas a jóvenes por asistencia a cursos de formación.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de febrero de 2002