España suena en Estados Unidos. José María Olazábal aparecía el lunes en titulares y fotos de todos los periódicos estadounidenses tras su triunfo en el torneo californiano de La Jolla. Johann Muehlegg, que los tuvo el domingo después de su primera medalla de oro olímpica en los 30 kilómetros de esquí de fondo, sigue siendo un gran protagonista en Salt Lake City. Su imagen se puede ver proyectada cíclicamente en toda la fachada de un edificio de la Plaza Olímpica, en pleno centro de la ciudad, como uno de los 19 héroes triunfadores de los Juegos. Desde mañana podría repetirse mucho más si aumenta su hazaña en la nueva oportunidad de medalla que tiene, los 20 kilómetros. Quizá no se pueda apostar totalmente por el oro, pese a la demostración del primer día, pero sí por el podio.
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Es una prueba denominada persecución, porque los primeros 10 kilómetros se esquían en el estilo clásico, con las tablas en paralelo, y para los segundos, ya en estilo libre, de patinador, los corredores van saliendo según la ventaja obtenida.
Johann, que ya fue subcampeón mundial en esta misma prueba el año pasado en Lahti (Finlandia), tendrá una táctica clara esta vez. Perder el menor tiempo posible en la técnica clásica, que le va peor, y recuperar en la siguiente. 'Con ceder 40 segundos, bueno, mejor 30', matiza, 'estará bien'. También cree que perderá menos tiempo en la primera parte de la prueba porque el terreno le va mejor. 'En Lahti el circuito era llano y aquí, además de la altitud, es muy duro, con muchas cuestas, y a mí me favorece. Me he preparado muy bien'.
Muehlegg no participó el martes en los 15 kilómetros clásicos, donde tenía menos posibilidades y, además, le impedía descansar para la prueba de hoy. Se encuentra en perfecta forma para afrontar el nuevo reto. Tampoco se pone color de medalla, pero cuando Muehlegg dice que está bien hay que esperar una nueva exhibición de su asombrosa potencia. Se ha estado entrenando estos días esquiando durante dos horas por la mañana y completando la preparación con gimnasia, estiramientos y masajes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de febrero de 2002