Los 132 pasajeros de un Alaris que cubría el trayecto entre Valencia y Madrid tuvieron que ser ayer transbordados a otros trenes para llegar a su destino porque el maquinista que los conducía decidió parar en la estación de Albacete y dejar su puesto para descansar. Según informaron fuentes de Renfe, el incidente se produjo sobre las 12,50 horas de ayer y provocó que los viajeros de este Alaris llegaran a Madrid con una hora de retraso sin que por el momento la compañía ferroviaria tenga conocimiento de la presentación de quejas o reclamaciones por parte de los viajeros.
Renfe atribuye el suceso a una "huelga de celo encubierta" por parte del colectivo de maquinistas que tienen previsto llevar a cabo una serie de paros durante febrero, marzo y abril convocadas por el Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf).
El portavoz del Semaf señaló que el conductor del Alaris, "en un acto de responsabilidad" y tras advertir a sus superiores de que iba a superar su tiempo máximo de conducción y necesitaba un relevo, decidió no continuar trabajando para no poner en riesgo la seguridad de los viajeros del tren.
Las fuentes consultadas recordaron que recientemente se produjo un suceso similar en Madrid, en la estación de Las Matas, donde los maquinistas decidieron dejar parados los trenes al finalizar su jornada laboral por lo que estos sucesos "forman parte de la situación de conflicto" entre los conductores y la compañía ferroviaria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de febrero de 2002