Amigo contribuyente: ¡atención! Cuando tengas que hacer la declaración de renta no se te ocurra ir a que te la hagan en alguna delegación de Hacienda porque te puede pasar lo que a mí.
Te explico: el año 1998 llevé todos los papeles que creí necesarios a la de Sants-Les Corts. Allí, una amable pasante de turno consultó con la funcionaria si unos documentos eran desgravables. Le contestó que sí. Bien, pues parece ser que no lo eran, porque al cabo de cuatro años me hacen una 'paralela' y me reclaman la cantidad cobrada más la que hubiera tenido que abonar en aquel momento más los intereses de estos cuatro años.
No contentos con esto, y como parece ser que he sido yo quien ha cometido una infracción grave, me imponen una multa que también tengo que abonar. Pregunto: ¿dónde está la responsabilidad de esta funcionaria que dijo que aquellos documentos sí se podían desgravar cuando parece ser que no? ¿Y la de su superior? También es posible que sea esta vez la que se hayan equivocado y sí se podían desgravar. ¿No os parece?
Amigo, Hacienda somos todos, pero parece que algunos son más Hacienda que otros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de febrero de 2002