Vernon Walters, ex embajador de Estados Unidos en la ONU y antiguo subdirector de la CIA, murió el pasado domingo en West Palm Beach (Florida) a los 85 años. Durante más de 40 años ocupó cargos relevantes en todas las administraciones estadounidenses y participó en decenas de cumbres políticas en todo el mundo.
Nacido en Nueva York en 1917, Walters vivió en el Reino Unido y Francia entre los 6 y los 16 años. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial se alistó al ejército estadounidense y en 1942 comenzó su carrera en los servicios de inteligencia infiltrándose en un grupo de espías nazis.
Tras finalizar la guerra se estableció en París, donde contribuyó a desarrollar el Plan Marshall de apoyo a la reconstrucción europea. En 1951, ya como teniente coronel, ayudó a organizar el cuartel general aliado en Europa.
Desde los años cincuenta, gracias a su conocimientos lingüísticos -hablaba, además de su idioma, ruso, francés, español, alemán, italiano, portugués y holandés-, se le asignó la labor de traductor de los presidentes Truman, Eisenhower y Nixon. Con Truman participa en varios encuentros con presidentes suramericanos y en las conversaciones con el general Douglas MacArthur, comandante en jefe de las fuerzas de la ONU, para lograr la paz en Corea.
Walters también estuvo presente en la visita que Eisenhower realizó a España en 1959 y que supone el espaldarazo de Estados Unidos al régimen franquista. A principios de los años setenta visita a Fidel Castro como enviado del entonces secretario de Estado Henry Kissinger.
Con Richard Nixon en el poder, Walters alcanza en 1971 el cargo de subdirector de la CIA. Durante el mandato de Reagan es nombrado embajador de EE UU en la ONU, y poco después, al asumir la presidencia George Bush (padre) es enviado a Alemania como embajador en un momento en el que la política del Kremlin amenazaba con enturbiar las relaciones de Washington con sus tradicionales aliados europeos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de febrero de 2002