El delegado de Urbanismo de Sevilla, Rafael Carmona, exige a Defensa, ante el lamentable estado de los edificios de su propiedad, que 'está incumpliendo el deber de conservación que tiene como propietario de esos inmuebles'. Bien, muy bien, señor Carmona, me deja pasmado de lo fácil que ve la paja en ojo ajeno y no la viga que hay en su ojo. Dé un paseíto por el edificio de viviendas, 'propiedad municipal', del antiguo Frontón Betis, barrio del Porvenir, calle Gonzalo Díaz, y podrá ver el estado semirruinoso que presenta con sus gigantescos desconchones en la fachada (los bomberos debieron acudir ante un derrumbe en 2001), las tejas en bonita lucha con la gravedad, la bonita pintura, los vecinos saliendo de los portales mirando hacia arriba (no se les vaya a caer un trozo del edificio), la azotea con sus goteras, etc.
Los vecinos estamos hartos de comunicar al Ayuntamiento, por escrito y de palabra, el lamentable estado del edificio y obtener la callada por respuesta. ¿A qué está esperando el alcalde? Quizá a que TUSSAM se traslade (con quien compartimos el edificio) y comunicar a los vecinos que hay que desalojar para que él y su amiguito, el señor Rojas-Marcos, puedan especular con un magnífico solar en uno de los barrios más caros de la ciudad y dejar a 12 familias modestas en la calle.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de febrero de 2002