Pequeña revolución en la banca francesa: la filial de La Caixa ofrece una remuneración del 2% a las cuentas corrientes de sus clientes, a partir de que éstas superen un saldo mensual medio de 1.500 euros. Esto supone un desafío a las normas por las que se rige el sistema bancario en Francia, coloquialmente denominado "la política del ni-ni": ni se remuneran las cuentas, ni los bancos facturan a sus clientes por los cheques que utilizan, teniendo en cuenta que el cheque es un medio de pago usado y aceptado masivamente.
Sin embargo, la entidad catalana puede tener problemas. El gobernador del Banco de Francia, Jean Claude Trichet, afirmó ayer noche en una entrevista televisada que los juristas que han analizado esta decisión de Caixabank creen que no es conforme a derecho.
Las autoridades y otras entidades financieras consideran discutible la iniciativa de Caixabank, la filial de La Caixa. Una reglamentación que data de 1969 prohíbe la remuneración de las cuentas expresadas "en francos". Pero esta moneda dejará de circular el próximo domingo, 17 de febrero, para ser sustituida por el euro. Éste es el resquicio legal que la entidad española ha encontrado para poner en vigor, desde el lunes, sus cuentas remuneradas en euros. "Jurídicamente se puede hacer", asegura su director general, Gabriel Castello.
Aunque filial de La Caixa al 99%, Caixabank es una entidad de derecho francés que cuenta con 48 agencias. No se trata de una red dedicada primordialmente a la clientela española, sino de un banco orientado hacia los franceses. Su pequeño tamaño fue el argumento esgrimido ayer por el secretario de Estado de Comercio, François Patriat, para frenar el embrión de escándalo organizado por la iniciativa de la entidad española: "Sólo tiene el 0,1% del mercado", precisó el alto cargo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de febrero de 2002