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La fiscalía anuncia mano dura con los agitadores en la cumbre europea

Todo el peso de la ley sobre los agitadores violentos. Ése es el anuncio que realizó ayer el fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, ante la cumbre europea que se celebrará en Barcelona los días 14, 15 y 16 de marzo. 'Veo difícil imaginar una semana sin incidentes no deseables', vaticinó Mena, en alusión a los colectivos que posiblemente aprovecharán las manifestaciones pacíficas que se han convocado esos días para realizar acciones de violencia.

Por ello anunció que durante esos días la persona que sea detenida por desórdenes públicos será conducida al juzgado de guardia y se iniciarán todos los trámites para poder celebrar contra ella un juicio rápido. Es decir, zanjar el asunto en el plazo de un mes y evitar que se eternice, como ha ocurrido con los 22 detenidos en la manifestación contra el Banco Mundial del 24 de junio. 'Espero que todos hayamos sabido aprender de experiencias anteriores', afirmó el fiscal jefe con relación a la criticada actuación policial de aquel día.

Para poder aplica la justicia rápida, Mena anunció que habrá un perito en el juzgado de guardia que tasará ese mismo día los destrozos en escaparates o mobiliario urbano y esa cantidad será tenida en cuenta para fijar la fianza que pedirá el fiscal para que el detenido pueda quedar en libertad. Con todo, el fiscal jefe de Cataluña abogó por que Barcelona ofrezca 'esa buena imagen que tiene de ciudad tolerante y acogedora'.

Molestias y seguridad

Mena dijo irónicamente que lo deseable hubiera sido que la cumbre se hubiese celebrado por videoconferencia, pero ante esa imposibilidad aseguró que respalda las restricciones de tráfico en la avenida Diagonal y el cierre de estaciones de metro, comercios y algunas instalaciones universitarias por motivos de seguridad durante esos días. 'El derecho a la vida está por encima del derecho a abrir un día', aseguró, con relación al 'riesgo objetivo y constatado' de que alguno de los 30 jefes de Estado y de Gobierno que asistirán a la cumbre sufra una 'agresión grave'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de febrero de 2002