La Diputación de Lleida, presidida por el convergente Josep Pont, los presidentes de varios consejos comarcales y más de una veintena de alcaldes de poblaciones afectadas por la crisis de Lear rechazaron ayer el cierre de la planta de Cervera anunciado por la multinacional norteamericana.
El presidente del PSC, Pasqual Maragall, afirmó que el cierre de la planta 'es una puñalada a una comarca'. Agregó que se debería actuar como en Francia: obligando a 'devolver las ayudas' y a elevar las indemnizaciones como corresponde 'a una empresa con beneficios'.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de febrero de 2002