He leído el artículo del señor Sorribes sobre la necesidad de una reforma en la enseñanza y estoy de acuerdo en que es necesario un amplio debate (previo a cualquier ley). La realidad a la que nos enfrentamos los profesores de secundaria es tan grave que la discusión sobre este tema tan nimio parece una estrategia para ocultar los problemas de fondo. Toda la teoría del artículo es muy bonita: leer, aprender a aprender, fundamentos... Falta que alguien sea capaz de llevarla a la práctica En los primeros cursillos a los que yo asistí sobre pedagogía se nos decía: 'hay que motivar al alumno' y 'hay que contar con un tanto por ciento de alumnos en el aula imposibles de motivar', y me temo que, a pesar nuestro, éstos ya han elegido su especialización. Basta verlos llegar al instituto con las manos en los bolsillos, sin ningún tipo de material, esperando la hora de salir y convirtiendo las aulas en un auténtico suplicio para los profesores y para ellos mismos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de febrero de 2002