La justicia rumana debe pronunciarse mañana sobre una delicada historia de sucesión en el seno de la antigua familia real, un asunto sin consecuencias sobre el estatus republicano del país, pero crucial para un reparto de los bienes que pertenecieron al rey Carol II. El Tribunal Supremo decidirá sobre una demanda de Mircea Carol, primogénito del ex rey, nacido de un matrimonio morganático, para ser o no reconocido como miembro legítimo de la familia Hohenzollern. En caso de un veredicto favorable, Mircea Carol, de 82 años, residente en Londres, y su hijo Paul, serán autorizados a reivindicar una parte de las propiedades de la familia real. El único descendiente legítimo reconocido hasta ahora de Carol II es su hijo Michel I, de 80 años, que reinó entre 1927 y 1930 y entre 1940 y 1947. La decisión judicial de mañana será la culminación de una larga disputa comenzada en 1955.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de febrero de 2002