Los vendedores ambulantes del mercadillo de la Alameda se instalaron ayer en la calle Torneo para reivindicar un emplazamiento alternativo. El pasado domingo la Policía Local les cerró los accesos a la Alameda para que no se ubicaran allí y esta semana tenían orden de hacer lo mismo.
En la Barqueta, sin embargo, nadie les impidió el paso. Federico Muñoz, el presidente de los vendedores, asegura que llevan desde 1997 pidiendo que se les reubique y se les regularice. El lugar en el que se situaron ayer es una de las siete alternativas que le ofrecieron al delegado de Urbanismo, Rafael Carmona. La Gerencia incluso llegó a aceptar una de ellas, en la misma calle Torneo, y diseñó los planos del nuevo mercadillo, pero acabó dando marcha atrás por consejo de sus técnicos.
'Estamos dispuestos a dialogar y a ponernos donde sea', subrayó Muñoz, que considera 'demencial' que Urbanismo les quiera exigir a los vendedores que se den de alta como autónomos y paguen el Impuesto de Actividades Económicas a cambio de una licencia para instalarse en otro lugar. 'Para obtener el permiso tendriámos que pagar más de 50.000 pesetas al mes, y eso ni soñándolo lo sacamos aquí'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de febrero de 2002