Si es verdad lo que afirma el señor Pujol, que no sabía nada de los planes de la multinacional Lear de cerrar su planta de Cervera, el señor Pujol tendrá que explicar a sus electores que sus viajes anuales al foro de Davos, léase Nueva York, donde se reúne con los máximos representantes de las corporaciones globalizantes, sólo sirven para gastar el dinero del contribuyente y poca cosa más.
Mejor habría sido que hubiera estado presente en Porto Alegre, tal vez allí ya conocían los planes de la multinacional Lear; de deslocalizaciones, el Tercer Mundo sabe un montón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de febrero de 2002