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Los investigadores debaten cómo luchar contra las armas biológicas

Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y Sida, desmintió ayer en Boston que el Gobierno de George W. Bush haya exigido a la Sociedad Americana de Microbiología que limite la publicación de detalles en los artículos científicos como arma contra el bioterrorismo. "No ha habido ningúna orden", aseguró Fauci, "aunque es cierto que en la comunidad científica se está debatiendo qué tipo de información debe ser hecha pública, ahora que se plantea un nuevo y extenso programa de investigación en torno a las armas biológicas".

El proyecto de Presupuesto presentado por Bush para 2003 prevé la duplicación del dinero de que dispondrán los Institutos Nacionales de la Salud (entre ellos el que dirige Fauci), con un aumento de 1.000 millones de dólares para la lucha contra el bioterrorismo. Fauci se plantea aumentar el número de laboratorios de alta contención (P4), de los que sólo existen cuatro actualmente en Estados Unidos, para albergar parte de la investigación y cree que la transparencia será imprescindible para que otros países no interpreten en clave hostil este gran esfuerzo en dinero y trabajo sobre armas biológicas.

Estados Unidos prepara también casi 300 millones de dosis de vacuna de segunda generación contra la viruela, a pesar de que tienen importantes efectos secundarios.

Mientras tanto, la investigación sobre el origen de las cartas con ántrax (carbunco) que fueron enviadas en EE UU no ha dado resultados por ahora en el aspecto científico. Claire Fraser, directora del instituto en el que se está efectuado la comparación genética entre la bacteria enviada y la Ames, utilizada en centros de investigacion militares estadounidenses, adelantó ayer que se han encontrado diferencias entre ambas cepas. Según otro expertos, el autor de las misivas es un especialista pero existen muchos laboratorios donde se puede haber originado ya que las muestras eran bastante impuras.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de febrero de 2002