Según los datos facilitados por el Ministerio del Interior, la violencia y la inseguridad ciudadana en España han aumentado espectacularmente. El Gobierno atribuye este incremento a la gran cantidad de inmigrantes que nos llegan. Los sindicatos policiales señalan como posible causa la escasez de medios y de plantilla. Desde que el Partido Popular llegó al poder (el PSOE también hizo de las suyas), ha venido practicando una política de restricción de los gastos de personal en base, primero, a la entrada en la Europa de la primera velocidad, y luego, en la búsqueda del déficit cero. Esto ha llevado a que la plantilla del Cuerpo Nacional de Policía y la de los empleados públicos del Estado sea cada vez menor (los puestos que quedan vacantes por jubilaciones no se cubren), a que se pierda año tras año poder adquisitivo (no existe cláusula de revisión salarial, y el incremento de los salarios siempre es inferior al de la inflación), a que el sueldo de un policía nacional o el de un funcionario del Estado sea muy inferior al de su homólogo de las comunidades autónomas o de los ayuntamientos y, en definitiva, al surgimiento de un sentimiento de malestar y de impotencia entre los trabajadores del Estado. ¿Creen ustedes que un policía nacional corre menos riesgos en la calle que un municipal? El aumento de la violencia y de la inseguridad no es más que la punta de un iceberg. Se pretende dar un servicio de calidad con pocos empleados, mal pagados y con escasos medios. ¿Les parece lógico?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de febrero de 2002