El Ayuntamiento de Orgiva (Granada), gobernado por el PP, anunció ayer que adoptará medidas contra la celebración de la llamada Fiesta del Dragón, un encuentro hippy que tiene lugar de forma espontánea y con periodicidad anual desde 1996 en esta población y al que acuden personas procedentes de distintos puntos de España y el extranjero. El alcalde de Órgiva, Adolfo Martín Padil, recordó que en la edición de 2001 se incrementó tanto el número de asistentes que se empezaron a 'invadir propiedades privadas'.
El primer edil declaró que se está estudiando qué medidas tomar antes de que se cree un problema de 'orden público'. De momento el propio alcalde se ha reunido personalmente con el subdelegado del Gobierno en Granada, Alfonso Marín Sicilia, y ha participado en una reunión de la Junta Local de Seguridad Ciudadana.
Martín Padial se mostró convencido de que 'desde ningún punto se puede legalizar' esta fiesta, ya 'no reúne ninguno de los requisitos', al generarse en el entorno del río Guadalfeo una 'suciedad residual bastante grande y venta de productos ilegales', como drogas, además de carecer del correspondiente permiso municipal.
El asunto afecta a la Subdelegación del Gobierno en Granada, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Orgiva y la Confederación Hidrográfica del Sur, explicó el alcalde de esta población alpujarreña.
Alrededor de diez mil personas se dieron cita el pasado año en la localidad con motivo de la Fiesta del Dragón, que este año tendrá lugar del 16 al 18 de marzo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de febrero de 2002