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OPINIÓN DEL LECTOR

Recordatorio

El próximo viernes, 22 de febrero, hará un año que los trabajadores Josu Leonet y José Angel Santos fueron asesinados por ETA. El mismo 22 de febrero, un año antes, similar y expeditivo método se llevó por delante las vidas del parlamentario Fernando Buesa y su escolta, el ertzaina Jorge Díez. Retrotrayéndonos en el tiempo, podríamos seguir así por cada día del año, pero nos faltaría sitio en esta sección para citar a todos aquellos a quienes la mentira y el fanatismo terrorista ha llevado al cementerio.

Y habría que citarlos a todos, uno por uno, con nombres y apellidos, porque detrás de cada uno de ellos había proyectos de futuro y seres queridos con quienes compartirlos, y ocupaban un lugar único, vacío porque mentes perversas y totalitarias decidieron arrebatarles su derecho a vivir.

Los ciudadanos tenemos el deber moral de arropar a esos familiares y hacerles llegar nuestra solidaridad activa y nuestro cariño más profundo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de febrero de 2002