El viaje de Kim Jong-il a Rusia le está saliendo caro al Ministerio de Ferrocarriles. Resulta que Kim, al igual que su padre, el fundador de Corea del Norte, le tiene terror a los aviones, por lo que decidió viajar por las extensiones rusas en tren. Y debido a razones de seguridad, el Ministerio de Ferrocarriles suspendió algunos trenes y retrasó otros para dar luz verde a los vagones blindados en los que viajaba Kim. Debido a ello, miles de personas de viven en provincias vieron arruinadas sus vacaciones de agosto, ya que, debido a los retrasos de los trenes, no pudieron llegar a tiempo a Moscú y perdieron los aviones charter que los debían llevar a las playas extranjeras. Los Nazárov, de Perm, ciudad de los Urales, decidieron demandar al Ministerio de Ferrocarriles y pedir compensación por haber pisoteado los derechos del consumidor. El Juzgado Provincial de Perm le encontró toda la razón a la familia Nazárov, y el Ministerio de Ferrocarriles deberá pagarles por los gastos que incurrieron y por el daño moral sufrido. Ahora seguramente muchos seguirán el ejemplo de los Nazárov y entablarán querella contra Ferrocarriles, ministerio que se encuentra en plena reestructuración después de que la fiscalía abriera un caso criminal en contra del antiguo titular, Nikolái Axiónenko, y Guennadi Fadéyev pasara a encabezarlo por segunda vez.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de febrero de 2002