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El puente sobre el Támesis de Norman Foster se abre el viernes

El puente del Milenio, que cruza el río Támesis por el centro de Londres, se reabre el viernes al público tras modificarse los problemas técnicos que forzaron su cierre a los tres días de su apertura, hace 18 meses. El más prestigioso de los proyectos para la celebración del nuevo milenio, avalado por el arquitecto Norman Foster, el escultor Anthony Caro y la firma de ingeniería Arup, pronto se convirtió en uno de los desastres más estrepitosos de los últimos años.

A medida que se llenaba de gente, la estructura de acero comenzó a oscilar lateralmente hasta alcanzar alturas de 70 milímetros. Niños y mayores perdieron el equilibrio y algunos sintieron náuseas similares a las que se sufren en las travesías por barco.

Los ingenieros atribuyen el imprevisto fallo a una reacción en cadena provocada por la presión sincronizada de los pasos de la gente, que esa primera jornada del 10 de junio de 2000 acudió en masa a celebrar el 'haz de luz' de Foster. Para corregir la oscilación, se han instalado 91 amortiguadores en los pilares y laterales de la estructura sin llegar a alterar el diseño original del puente. La modificación aumenta en cinco millones de libras (unos ocho millones de euros) el presupuesto inicial de 30 millones de euros del primer paso sobre el Támesis que se ha construido en el centro de Londres desde hace más de cien años.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de febrero de 2002