El cronista Miquel Segura, ex asesor del ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, y de la diputada del PP Rosa Estarás cuando ambos eran, respectivamente, presidente y consejera del Gobierno del PP en Baleares (1996-1999), declaró ayer como imputado durante más de cuatro horas ante el juez del caso Formentera, Antonio Monserrat. Este escándalo de supuestos delitos electoral y de malversación de caudales públicos fue denunciado por la izquierda en las elecciones autonómicas de 1999. Segura declinó contestar a las preguntas de la acusación. La fiscalía no asistió a la declaración.
Segura negó irregularidades en su actividad a la sombra de Matas y Estarás y dijo que sus informes políticos electorales sobre emigrantes y censo eran privados y que habían sido sustraídos de su ordenador privado que usaba en oficinas del Gobierno balear. El cronista avaló la presencia de su hija Mapau Segura en los viajes de Matas a Suramérica y su contrato para censar emigrantes de Suramérica en Baleares. Miquel Segura usó el aparato y la línea de fax del presidente Matas para remitir un currículo de su hija a un organismo oficial para que la contrataran "para rematar un gol de cabeza", según el acta judicial.
Mapau Segura, a quien según su padre también le robaron del bolso documentos ahora incorporados a la causa, tomó parte en una reunión clave dirigida por el entonces presidente Jaume Matas y otros colaboradores. En aquella cita en su despacho oficial el hoy ministro escribió a mano el esquema de multiplicación de votos, aumento del censo y decidió la contratación de Mapau. El imputado, que fue redactor de discursos de Matas y antes del presidente balear Gabriel Cañellas (1983-1996), bautizó Operación Mapau la trama de suma de votos para Matas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de febrero de 2002