Mariano Rajoy, vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Interior, anunció ayer en el Congreso que 561 nuevos policías serán desplazados a la Comunidad Valenciana para atajar una escalada de la criminalidad entre 2000 y 2001 que atribuyó al 'asunto de la inmigración' y 'el aumento de la población flotante como consecuencia del turismo' como 'apuntes específicos'. En respuesta a una pregunta del diputado socialista y secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, Rajoy destacó en el Congreso que las detenciones han crecido en conjunto un 18% en el mismo plazo. Hasta un 60% las de inmigrantes y por encima del 150% las de menores de 18 años.
Pla recordó al ministro que el número de delitos denunciados ha crecido de forma espectacular en la Comunidad Valenciana desde 1996, un 20% entre 2000 y 2001, y hasta un 30% en la ciudad de Valencia en el mismo plazo. Y provocó rumores y risas en el Congreso cuando ilustró la situación de la capital con una serie de píldoras. 'Un comercio que está a cien metros de la Jefatura Superior de Policía ha sido asaltado hasta en 50 ocasiones'; o, 'la delegada del Gobierno fue atracada por el robo del tirón en el centro de la ciudad y pocos días después le quitaron las maletas a la salida de un hotel en presencia de sus escoltas'. El secretario general del PSPV también recordó que los inmigrantes no son delicuentes, sino que se ven forzados a delinquir por la marginalidad a la que se ven abocados y denunció el fracaso del modelo policial impuesto por el director general Juan Cotino en España, una copia del que implantó en Valencia cuando era concejal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de febrero de 2002