Otra vez las noticias traen cobarde metralla. ETA, cargada de sinrazones, siega la pierna de Eduardo Medina. Otra vez las noticias traen la muerte de Oriente Medio; cargados de razones ambos, israelíes y palestinos se matan mutuamente. No escucho los detalles, cambio a la música clásica y un coro infantil trata de colmar de inocentes ilusiones mi viaje. Quisiera entonar unas soleares, pero la voz no me sale. Ni el sarcasmo con el que critico la realidad, porque hay otras muchas muertes que hoy no son noticia, que yacen olvidadas en algún rincón de la radio esperando a ser escuchadas por unos espectadores que, si acaso, diremos: '¡Hay que ver cómo está el mundo!', mientras contemplamos a los pájaros posados en cables del teléfono, y nos preguntamos: '¿Dónde se posarán cuando las líneas estén enterradas?'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de febrero de 2002