El mercado de valores español ha perdido su capacidad de reacción y permanece estancado en tanto el resto de las bolsas se muestra más vulnerable ante una coyuntura que se quiere presentar como muy positiva.
La bolsa estadounidense saltó con fuerza y en apenas dos sesiones había conseguido recuperar el nivel de los 10.000 puntos, mientras que la japonesa ganaba el 4,69% el jueves, y todo sin que hayan mediado más que buenas palabras entre los dirigentes de ambos países. La crisis de Japón sigue siendo profunda y los últimos datos de Estados Unidos no justifican la recuperación, pero la bolsa es uno de los más influyentes índices de confianza y no conviene descuidarla.
Los índices de tendencia de Estados Unidos, leading indicators, de enero subieron el 0,6% tras una subida del 1,3% en diciembre. La bolsa celebró el dato recuperando los 10.000 puntos, a pesar de que el índice apunta hacia un enfriamiento de la confianza que apuntaba en diciembre.
Los inversores europeos prefieren quedarse con la versión que afirma que las cotizaciones incluyen, y expresan, toda la información disponible en el mercado y siguieron a Wall Street en su avance, con lo que París subió el 1,14%, Londres el 0,98% y Francfort ganaba el 1,37% poco antes del cierre.
El Ibex 35 ganó ayer el 0,26% y con una cifra de negocio de sólo 1.474,43 millones de euros, 245.325 millones de pesetas, en el Mercado Continuo, una de las cantidades más bajas de este año. Los problemas derivados de la crisis argentina pesan demasiado en el ambiente, sobre todo porque ya son varias las sociedades que han visto reducidos sus beneficios por sus negocios en aquel país. Los inversores se preguntan si todo quedará en un solo ejercicio con reducción de beneficios o si, por el contrario, habrá efectos a largo plazo. Mientras encuentran la respuesta, la contratación baja de nivel.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de febrero de 2002